Creo en lo que llamo una reforma sensata de las armas. Además, una revolución en la salud mental, asegurándonos de que si las personas están teniendo un colapso nervioso, o son suicidas, o homicidas, reciban la atención que necesitan cuando la necesitan. Creo que la gran mayoría del pueblo estadounidense puede apoyar una agenda compuesta por esas características.
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