Uno de los problemas cuando te vuelves exitoso es que inevitablemente siguen los celos y la envidia. Hay personas—las categorizo como los perdedores de la vida—que obtienen su sentido de logro y éxito tratando de detener a otros. En lo que a mí respecta, si tuvieran alguna habilidad real, no estarían luchando contra mí, estarían haciendo algo constructivo por sí mismos.