De todas las disposiciones y hábitos que conducen a la prosperidad política, la Religión y la Moralidad son apoyos indispensables. En vano reclamaría el tributo del patriotismo aquel que debería trabajar para subvertir estos grandes pilares de la felicidad humana, estos apoyos más firmes de los deberes de los hombres y ciudadanos. El mero político, al igual que el hombre piadoso, debería respetarlos y apreciarlos.
— Discurso de Despedida de George Washington [17 de septiembre de 1796]